Archivo mensual: octubre 2012

‘Wagner y yo’ (Reino Unido: 2010)

P.D.

Wagner y yo (Wagner and me). Reino Unido, 2010. Dir: Patrick McGrade. A. Stephen Fry.

El documental Wagner y yo, como bien lo sugieren el título y el afiche publicitario, es un filme que aborda la figura de Richard Wagner desde la personal mirada de Stephen Fry. ¿Qué podría tener de interesante la mirada de este conocido actor y escritor británico sobre Wagner? En primer lugar, Fry es un buen narrador, un tipo simpático y un entusiasta furibundo de la música de Wagner, que sin ser músico o tener alguna formación musical en absoluto (‘no sé tocar ningún instrumento ni cantar’ confiesa al principio), sí tiene la capacidad de introducir en el gusto por la música de Wagner. Esto puede ser una llave para muchos que no se acercan a la música de Wagner por considerarla inentendible, pesada o hermética. El honesto gusto de Fry por la maravillosa música del creador de la ‘obra de arte total’ (cuyos trozos bien elegidos no hacen sino darle la razón) rebate la idea de que Wagner no es ‘para todos’.

Sin embargo, el motivo más personal del documental no viene dado sin más por un enfoque, valga la redundancia, personal. Fry aborda una cuestión que no sólo le atañe a él, sino a gran parte de lo que podríamos llamar la ‘conciencia estética’ moderna: la relación de Wagner con el nazismo. Hitler y sus secuaces eran admiradores de la música de Wagner y la usaron como telón estético-ideológico del Tercer Reich. La elección de Wagner no fue casual: el propio Wagner, con su panfleto “El judaísmo en la música” (1850) fue un ideólogo del anti-semitismo en el campo del arte, ayudando a divulgar aquella idea (que luego afectó a Mahler) de que los judíos no creaban nada original, sino que únicamente eran capaces de copiar  y mezclar elementos de diferentes fuentes, produciendo nada genuino. Los nazis usaron la música y el discurso wagneriano, patrocinados además por los descendientes de Wagner (en especial por su nuera Winifred, admiradora de Hitler).

En suma, la música de Wagner adquirió esa mancha que puede resultar muy molesta, sobre todo porque la maldad absoluta  de Hitler, como dice Kundera, es uno de los pocas certezas absolutas que le quedan a la conciencia post-moderna. El documental de Wagner y yo se enmarca dentro de los intentos de “reconciliación” del mundo ilustrado con la música de Wagner. A esto hay que añadirle el que Fry provenga de una familia judía y que algunos de sus parientes hayan sufrido en carne propia las atrocidades del Nacionalsocialismo. ¿Cómo es posible disfrutar sin culpas y complejos de una música que fue usada y de que de alguna manera acompañó una de las mayores catástrofes de la historia? ¿Se pueden separar tan fácilmente arte y moral? A muchos les podría parecer que esas preguntas no tienen mucho sentido en el caso de Wagner: lo que hicieron los nazis con Wagner no sería culpa de Wagner, sino de los nazis. Y además, lo importante no es Wagner, sino su obra. Daniel Barenboim ha tomado esta línea: dejémonos de lamentos y disfrutemos la músicade este genio. Según Barenboim, habría ‘varios’ Wagner: el músico, el libretista, el ideólogo.

Hitler en Bayreuth

Tenemos que dejar de lado al último a quedarnos con los primeros. Pero Fry quiere ir más allá. Quiere defender a Wagner, la persona de carne y hueso. Fry quiere conectar la ‘bondad’ de la música de Wagner con Wagner mismo, y para ello se embarca en un viaje de peregrinación por la senda de su ídolo, hacia Bayreuth.

El documental puede gustar o disgustar dependiendo de la química del espectador con la figura de Fry. A algunos le parecerá un tipo agradable, honesto, y le perdonarán sus cursiladas. A otros su entusiasmo desatado les podrá dar un poco de vergüenza ajena y desearán que modere su devoción para dar una visión menos amateur de todo el cuadro. Pero en lo que ambos podrían coincidir es en agradecer a Fry, a McGrade y a la BBC que se hagan documentales de buena calidad que nos acerquen a uno de los grandes genios de la música. Y que de paso planteen cuestiones sobre  la difícil relación entre ética y estética, entre arte y moral, entre belleza e ideología.

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